Por: Naucher Global.

El asunto de las mascarillas presenta muchos ángulos de enfoque.

Leemos que el Gobierno chino, en su momento, el indio hoy, y antes Francia y Alemania, habían prohibido la exportación de mascarillas, reservándolas para sus conciudadanos. Y los países que habían dejado de fabricarlas se han encontrado sin ellas y aún mas, con las cadenas de suministro digamos, averiadas, encuentran bastantes dificultades para proveerse.

Esto nos induce a reflexionar sobre dos aspectos que saltan a primera vista pero, con seguridad, irán surgiendo mas:

– Las industrias estratégicas: habiéndose demostrado que en tiempos de turbulencia no operan las relaciones comerciales comunes, los países o las entidades supranacionales, en este caso una Unión Europea –un poco más integrada- deberían plantearse la necesidad de contar con la posibilidad de fabricación de productos y bienes considerados estratégicos.

– El modelo just-in-time, que presupone contar con stocks muy reducidos y una confianza plena en las cadenas de producción debe revisarse. No pretendemos estigmatizar este modelo; pero fuertes correcciones al sistema sí deberían de hacerse. Garantizarse la disponibilidad de bienes y servicios será un argumento básico en las políticas del próximo futuro.

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Cadenas más cortas, seguras y stocks de ruptura de más amplio nivel serán, con toda seguridad, objeto del más amplio debate. Y, como no, las impresoras 3D que pueden hacer más cercano el suministro de las materias que se necesitan, como es el caso de los respiradores que se están construyendo en Barcelona por parte del Consorcio de la Zona Franca.

Las mega ciudades no pueden quedar desvalidas en el suministro de lo necesario para la vida de sus ciudadanos. Hoy hay una fuerte corriente del pensamiento económico que basa los futuros procesos de producción en la creación de centros productivos cercanos a estas ciudades y la utilización masiva de las impresoras 3D, disminuyendo en gran medida la longitud de la cadena de suministro y los periodos de entrega.

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Todo sin olvidar a la agricultura: Los europeos no debemos olvidar las recientes movilizaciones de nuestros agricultores por mejorar, o al menos mantener, las condiciones de la PAC europea. ¿Imaginan una pandemia como esta dentro de diez años con la agricultura española desmantelada?